jueves, 7 de abril de 2011

Noticia de la semana.

Hay noticias y noticias.

Las hay buenas, que son pocas y poco dignas de mención cuando no te tocan de cerca. Y las hay malas. Que pueden serlo de forma objetiva, de esas que últimamente tienen que ver con terremotos y centrales nucleares. O, más subjetivamente, que les pasa como a las buenas, que lo son porque te tocan.

Luego las hay inclasificables.

La de hoy, de hecho, es inclasificable.

Imaginaos al auditor de informática de tu empresa, imprimiendo un papel y leyéndolo en alto, sin avisar:

"Una jubilada de 75 años..."

Ya está, algo tétrico, la pobre mujer se cayo en su casa y se desangró sin que nadie pudiera ayudarla...

"...deja sinconexión de Internet..."

Pues no, va a ser que la mató el desequilibrado de su hijo por cortarle la conexión cuando jugaba a alguno de esos juegos violentos en red, cualquier que se os ocurra...

"... a toda Armenia."

Ostia.

"La mujer cortó sin querer el cable de fibra óptica que enlazaba Georgia con Armenia"

Preguntas al vuelo:
- ¿Toda Armenia conectada a internet por un único cable? Pues sí, igual no tenemos motivos para quejarnos de nuestras redes, después de todo...
- ¿Estaba el cable por ahí en medio, sin más? Respuesta en el propio artículo, la da el jefe de marketing de la empresa de telecomunicaciones: "No entiendo cómo logró encontrar el cable ()... Está enterrado en el suelo".
- ¿De que grosor de cable estamos hablando para que se corte tan fácil? Ni idea, pero es imaginable que no se trata de Super Abuela, así que no debía ser muy grande. A no ser que, se me ocurre, encontrara el cable excavando y llegara a la conclusión de que era un gran tesoro digno de un gran esfuerzo. Igual al final tenía un diámetro de muchos centímetros...
Dicen que, cada vez más, las guerras se van a librar en el mundo de la tecnología. No puedo evitar pensar en un ejercito de viejecitas, azadón en mano, atravesando cual lemmings las líneas enemigas para liarse a golpes contra los postes de la luz y las antenas de telefonía móvil.
El futuro, cada vez más cerca...