martes, 6 de diciembre de 2011

Velocidad y tocino.

Sabéis, aunque para la mayoría de los que me conocen soy un cabezón muy poco razonable, lo cierto es que me gusta hacer lo posible por contrastar fuentes. Claro está que "lo posible" es un precioso eufemismo nada preciso, y que en la mayoría de las ocasiones no lo hago porque, dentro de las ideas que uno ya tiene decididas sobre lo que está bien y está mal, muchas veces ni si quiera me doy cuenta de que hay algo que contrastar (por ejemplo, si me dicen que Jiménez Losantos ha propuesto en la radio o en una columna de opinión esterilizar a la cúpula del PSOE para evitar que se extienda su prole, a estas alturas ya me lo trago sin más; eso y muchas otras barbaridades).
Pero creedme, cuando me llega alguna noticia exagerada o un titular con pinta de querer llevarme al huerto, procuro buscar por ese maravilloso mundo que es internet, no sea que efectivamente me estén dando gato por liebre una vez más, y no sea oro todo lo que reluce...

Pues hoy he leído algo que me hubiese gustado contrastar más, pero que tendré que creerme viniendo de fuentes más o menos fiables cómo el Daily Mail. Por desgracia, mi conocimiento del árabe es nulo, porque hay que admitir que me encantaría proundizar en la noticia.
El titular que leí originalmente en El País es el siguiente:

"Insulto a la inteligencia: 'no habrá vírgenes' si las saudíes conducen"

Al parecer, para evitar que se levante la ley que prohibe conducir a las mujeres saudíes, el más alto consejo religioso de Arabia (Majlis al-Ifta’ al-A’ala) ha difundido un estudio "científico" encargado al antiguo profesor Kamal Subhi, de la Universidad Rey Fahd de Arabia Saudita, en el que se afirma que, en caso de acabar permitiendo conducir a las mujeres en aquel país, se obtendrían los siguientes resultados en un plazo de diez años:

- Perdida de las vírgenes en el país.
- Aumento de la homosexualidad (tanto masculina cómo femenina).
- Mayor difusión de pornografía.
- Crecimiento de la prostitución.
- Aumento del número de divorcios.

Planteándome esas conclusiones, no he podido evitar recordar la teoría difundida por mi muy querida iglesia del Flying Spaghtti Monster en la que se demostraba, con un indiscutible gráfico, la correlación perfecta que existe entre la disminución de la piratería en el mundo y el calentamiento global...

Pero he preferido tomarme la idea en serio e intentar comprobar la certeza de la propuesta del señor Subhi, basándome en mis propias vivencias. Y esto es lo que he podido concluir:

- La oficina del Registro Civil aquí en Madrid está relativamente mal comunicada, en la calle Pradillo, en un punto que no queda del todo bien ni para la parada de metro de Alfonso XIII, ni para la de Concha Espina, ni siquiera del todo cogiendo el autobús número 40. Ahora, en coche, a veces se puede hasta aparcar enfrente...
Si las mujeres condujeran, llegarían con mucha más facilidad a la oficina y podrían tramitar muchos más divorcios (!!).

- Que viviendo tan cerca cómo vivo de una de las calles predilectas de la prostitución de Madrid, puedo afirmar cómo un hecho indiscutible que cuantos más coches pasan por ella de noche, más servicios se realizan.
Por otro lado, si las mujeres condujeran, sería lógico pensar que por las noche pasarían más coches por dicha calle, pues habría más conductores.
Luego, por propiedad transitiva, si las mujeres condujeran, crecería la prostitución (!!!).

- Es indiscutible que con un coche se va más rápido que andando, en patines o en bicicleta. Si una persona tarda 20 minutos en acercarse a un quiosco a comprar una revista pornográfica, con el coche tardará a lo sumo 10.
De lo que se deduce que el factor limitante que supone el tiempo que se tarda en conseguir pornografía se ve drásticamente reducido por el efecto de conducir.
Por lo tanto, sí, si las mujeres saudíes condujeran, tendrían tiempo para consumir mucha más pornografía (!!!!).

- ¿Quién no ha oído hablar del tópico de la "lesbiana camionera"? Y no nos engañemos, la mayoría de "osos" que uno se puede cruzar dando un paseo por la calle Fuencarral tiene una pinta de camionero que tira para atrás (de camionero estadounidense, para ser más concretos, probablemente transportadores de madera, me atrevería a decir). Y cuando el río... se oye a la lejanía... igual... puede ser que alguien haya abierto un grifo...
Evidentemente, no puede haber camioneras sin permiso de conducir. Luego permitir a las saudíes tener permiso de conducir, sólo puede acabar en un aumento flagrante de la homosexualidad (!!!!!).

- Y por último ¿que conductor no se ha perdido alguna vez conduciendo un coche? Imaginen ahora a todas las vírgenes de Arabia Saudita conduciendo, a la vez, con lo complicado que debe ser conducir allí que el paisaje debe ser todo de lo más parecido con sus dunas y sus oasis aquí y allá. En diez años fijo, fijo, que todas ellas se han perdido alguna vez.
Así que sí, si se deja que la mujer saudí conduzca, en un plazo de diez años se puede apostar a que seguro que todas las vírgenes se han perdido.
Al menos textualmente...



Pues eso, que vamos...

jueves, 19 de mayo de 2011

Democracia real...

No, no estoy acampando por las tardes en la Puerta del Sol, protestando porque nuestros políticos son malos y el sistema no funciona, pero la verdad es que entiendo muy bien ese movimiento de indignación.
Y no, no voy a dejar de depositar mi voto para estas elecciones (entre otras cosas porque este año he votado ya, por correo, que el domingo no estaré en España). Pero confieso que de haber sabido de este movimiento con anterioridad, me hubiese planteado hacer algo diferente con él.

La verdad es que no soy un líder de opinión ni una fuente de ideas insurgentes, ni siquiera un ideólogo muy proselitista. Soy más bien un tipo muy analítico que profundiza en su entorno para tomar decisiones en función de lo que encuentro.
Por eso contemplo el movimiento desde fuera con mucha incertidumbre, pero también con bastante esperanza.
Porque, aunque me da la sensación de que no va a desembocar en nada especial de cara a los próximos comicios, espero que tenga alguna relevancia en las generales del año que viene.
Creo que después del domingo todo seguirá más o menos igual, que el avance de la derecha va a ser muy fuerte en España tras las elecciones y que, aunque este movimiento a los únicos que puede favorecer es a IU y UPD, no creo que eso suponga un cambio importante en el panorama político más cercano.
Pero confío en que, con cierto tiempo para que esa indignación fragüe y se concrete en unas ideas claras y con una dirección más definida, empecemos a apreciar cambios que nos hagan recuperar algo de fe en la política.


Personalmente, me gustaría que, aupados por la gente que se moviliza, ganen fuerza los partidos minoritarios. Y que los dos grandes estancados en el poder no puedan dejar de tener en cuenta ese movimiento, y empiecen a considerar propuestas tan obvias como la adopción de un nuevo sistema electoral. Si quieren ideas, haberlas haylas muy razonables, y que ni originarían un fraccionamiento excesivo ni impedirían una participación más acorde con el verdadero porcentaje de voto que tiene cada partido en la realidad. Solo se necesita algo de la voluntad política que habitualmente falta.

Y también me resulta fundamental que poco a poco se vayan dando pasos para asumir que hoy en día existe tecnología suficiente para que la gente pueda participar en nuestra política de una forma mucho más directa. Que la idea de una democracia parlamentaria no esta nada mal para facilitar la gestión de entidades tan importantes como países, provincias o ayuntamientos. Pero que es necesario facilitarle, a la gente interesada, un acceso más cercano y constante a la política que gestiona nuestro entorno.
Porque somos muchos los que nos sentimos frustrados por sólo poder opinar una vez cada cuatro años y ver como después ese voto se usa para apoyar proyectos, leyes y políticas con los que estamos en total desacuerdo.

Ya he dicho antes que yo no soy realmente un creador, pero me fijo en lo que me rodea e intento adoptar ideas poco a poco (poco a poco porque soy bastante cabezota).
Bueno, pues cada día estoy más convencido de que lo que nos hace falta es algo muy parecido a lo que propone el Partido de Internet (PDI), aunque quizás con una orientación ideológica más definida y multiplicándose en diferentes partidos que cubran más o menos el espectro ideológico real de España sin generar controversias graves dentro de un mismo partido.

Y confío en que el movimiento recién surgido acabe dándose cuenta y apoyando de forma masiva algo parecido.
Según como evolucione la idea, igual hasta me afilio.
Por ahora, sigo analizando...


Nota final: No podía dejar de comentar una cuestión, el tratamiento que se le da a la palabra antisistema en los medios de comunición. Porque se identifica por defecto con algo malo, y no me parece del todo justo ni real.
Entiendo que en el movimiento del que hablo en este post hay dos tipos de personas antisistema: unos, los anarquistas, que no aceptan ningún tipo de sistema, y otros, la mayoría, simplemente hastiados por el sistema que tenemos, y deseosos de establecer otro más participativo y donde pese menos el poder del dinero.

Yo, pese a trabajar en una entidad financiera (el lado del mal, sic), me siento muy identificado con los segundos, porque evidentemente este sistema no funciona.
Me produjo una tremenda ternura ver hace un par de semanas en la tele, en el programa ese en el que se han traído a España a unos indígenas de diferentes tribus del mundo, criados en un estado de modernización más bien precario, como éstos chicos primitivos y sin civilizar se quedaban realmente tristes e indignados al ver que en plena Gran Vía de Madrid había personas pobres viviendo tirados en la calle. Miraban los edificios a su alrededor y preguntaban extrañados como era posible que con todo lo que tenemos haya gente que viva así.

Está claro que algo no funciona bien, y está claro que tiene que ver con como compartimos el mundo en el que vivimos todos. Si no empezamos a asumirlo y a establecer los mecanismos que lo cambien, estamos condenados, como especie, a pasarlo muy mal a medio plazo.
No puedo dejar de preguntarme cuanta gente de un país muy desarrollado tiene que estar en la miseria para empezar a movilizarse hacia algo más justo, y aun no tengo la respuesta.

domingo, 1 de mayo de 2011

Tres kilos cien.

Hay quien dice que las mejores cosas llegan sin avisar y sin ser esperadas.
No sé si estoy del todo de acuerdo, al menos no siempre, porque la verdad es que no soy una persona especialmente espontánea. Pero el viernes sucedió algo bueno, muy bueno, y lo cierto es que fue inesperado desde su concepción hasta su llegada definitiva, por lo que por esta vez tengo que admitir que la sorpresa ha sido muy buena.

Se llama Sofía, y es la tercera hija de uno de mis hermanos, la cuarta de todos mis sobrinos. Ha nacido un pelín antes de tiempo, lo suficiente para ser friolera sin necesitar incubadora, y nos ha pillado a todos un poco con el pié cambiado. Y aunque llegó dando un pequeño susto a su madre y a los médicos, es una niña sana, de 47 centímetros y 3.080 gramos, dormilona y bastante tranquila, que apenas llora. Si bien parece que ha heredado los pulmones paternos y es capaz de hacerse escuchar sin problemas cuando le es necesario.

Aunque siempre digo que los recién nacidos no se parecen a nadie, y suelen ser bastante feos, Sofía es igualita a su hermano, y ha salido tan guapa como suelen los nacidos por cesárea. Aun no sabemos el color de sus ojos o de su pelo, no hemos escuchado su risa ni somos capaces de reconocer su gorjeo. Pero ya es inevitable que la reconozcamos como algo nuestro, que es un sentimiento que va más allá del simple amor.
Los niños tan pequeños cambian mucho, casi a diario, y seguro que dentro de poco habrá dejado claro cual es su personalidad. Pero por ahora es una pequeña muñequita que apenas hace nada más que dormitar de brazo en brazo y soportar fotografías.
Porque claro, con lo que ha cambiado la telefonía en los últimos años, los reportajes fotográficos están a la orden del día, y ya cualquiera se lanza con su último modelo. Pero ella aguanta con estoicismo, posando con esos gestos recién estrenados, que aun no domina. Y aunque es la gran estrella y podría reclamar su propio camerino, lo cierto es que aun no se ha descolgado con grandes peticiones, es muy campechana.

Su hermano, que queda en medio, empieza a soportar su pérdida de protagonismo y el peso de dejar de ser el pequeño. Le costará, porque es un niño mimoso y algo cabezota, pero aprenderá poco a poco, como ya lo hizo con anterioridad su otra hermana. Por ahora, ante la insistencia de todos sus tíos de que debe proteger a Sofía y cuidar de ella, ha demostrado ser el más sensato y nos ha puesto a todos en nuestro sitio. Mirando con sus enormes ojos, nos ha contestado "si sólo tengo cuatro años", y nos ha derrotado en nuestro empeño de ponerle una carga que no le corresponde aun. Seguro que lo hará bien.

Y la mayor, cada día mas mayor y siempre tan responsable, está encantada con su hermanita. Y se emociona con la idea de darle el biberón, o cuando la ponen en sus brazos, con cuidado, que aun tiene sólo siete años. Al llegar al hospital el viernes, una vez que había nacido Sofía, se la veía muy feliz, deseando conocerla. Y ha dejado claro que no piensa cambiarle los pañales, pero seguro que le enseñará un montón de cosas, y que será una estupenda hermana mayor.

Algún día a Sofía le tocará ser mayor y sabia, como su nombre. Porque por ahora casi ni es, y solo le toca aprender a disfrutar y ser feliz. Tan feliz como nos ha hecho a todos a su alrededor, que tenemos que devolvérselo, como en la canción de Jorge Drexler.
Así que este post va por ella. Y por sus padres, que han sufrido bastante hasta tenerla aquí, y que serán los que más pelearán ahora para que Sofía nos dé todas las alegrías que esperamos de ella.
Enhorabuena, muchísimas felicidades y mucha suerte a todos.

jueves, 7 de abril de 2011

Noticia de la semana.

Hay noticias y noticias.

Las hay buenas, que son pocas y poco dignas de mención cuando no te tocan de cerca. Y las hay malas. Que pueden serlo de forma objetiva, de esas que últimamente tienen que ver con terremotos y centrales nucleares. O, más subjetivamente, que les pasa como a las buenas, que lo son porque te tocan.

Luego las hay inclasificables.

La de hoy, de hecho, es inclasificable.

Imaginaos al auditor de informática de tu empresa, imprimiendo un papel y leyéndolo en alto, sin avisar:

"Una jubilada de 75 años..."

Ya está, algo tétrico, la pobre mujer se cayo en su casa y se desangró sin que nadie pudiera ayudarla...

"...deja sinconexión de Internet..."

Pues no, va a ser que la mató el desequilibrado de su hijo por cortarle la conexión cuando jugaba a alguno de esos juegos violentos en red, cualquier que se os ocurra...

"... a toda Armenia."

Ostia.

"La mujer cortó sin querer el cable de fibra óptica que enlazaba Georgia con Armenia"

Preguntas al vuelo:
- ¿Toda Armenia conectada a internet por un único cable? Pues sí, igual no tenemos motivos para quejarnos de nuestras redes, después de todo...
- ¿Estaba el cable por ahí en medio, sin más? Respuesta en el propio artículo, la da el jefe de marketing de la empresa de telecomunicaciones: "No entiendo cómo logró encontrar el cable ()... Está enterrado en el suelo".
- ¿De que grosor de cable estamos hablando para que se corte tan fácil? Ni idea, pero es imaginable que no se trata de Super Abuela, así que no debía ser muy grande. A no ser que, se me ocurre, encontrara el cable excavando y llegara a la conclusión de que era un gran tesoro digno de un gran esfuerzo. Igual al final tenía un diámetro de muchos centímetros...
Dicen que, cada vez más, las guerras se van a librar en el mundo de la tecnología. No puedo evitar pensar en un ejercito de viejecitas, azadón en mano, atravesando cual lemmings las líneas enemigas para liarse a golpes contra los postes de la luz y las antenas de telefonía móvil.
El futuro, cada vez más cerca...

viernes, 11 de marzo de 2011

Metrobuses...

Ayer se le ocurrió al merluzo del Consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, José Ignacio Echevarría, decir que el metrobus no existe.
Puede que sea un lapsus linguae, muestra de sus deseos más que otra cosa, visto como ha ido evolucionando su precio en los últimos tiempos, haciendo cada vez menos rentable adquirirlo. Pero da igual lo que sea, eso es lo que se le escapó y ya está dicho...

Asumo que se equivocó.
Una persona que ha hecho subir el precio del ticket desde los 7,40 que costaba el 31 de diciembre de 2009 a los 9,30 que cuesta hoy (sí, menos de 15 meses después) no creo que no conozca el objeto de tal subidón. Se equivocó, más allá de las pobres justificaciones que ha dado después en la Cope, (que a veces es mejor callarse que decir ciertas cosas: me imagino al locutor delante suyo, mirándole con cara de pena y pensando "pero hombre, pide perdón y no intentes hacernos creer esta patraña, que somos un medio amigo"); y es una equivocación grave.

Pero si soy sincero, realmente no es eso lo que más me indigna.
Cuando uno escucha y ve la situación, queda claro el tono en el que se estaba cometiendo el error: desafiante y burlón. Y ante su error, del que estoy seguro que buena parte de su propia bancada se dió cuenta (no todos tendrán coche oficial, digo yo), no es que se produjera un respetuoso e incómodo silencio del tipo "Jose Ignacio, que estás metiendo la pata", no. Lo que hubo fue un rápido aplauso ante la bravuconada, que seguramente fue en parte también un burdo intento de acallarle para que no siguiera diciendo tonterías.
Y eso, en lo que nadie parece reparar porque está convirtiendose en algo habitual el faltarse al respeto hasta en los diferentes parlamentos, es muy triste. Es algo grupal, fomentado, un tipo de reacción de partido irracional, apoyar lo que dice el nuestro sea lo que sea y como sea que lo haya dicho, que hace que la política de este país cada día sea más patética.

Mi inclinación política está clara, pero no quiero hacer de esto una cuestión partidista: esa reacción la he visto también en otras ocasiones en mi mismo lado ideológico.
Con este post sólo pretendo incidir en el hecho de que esas formas son terribles y cada día desvirtúan más lo que debería ser una democracia parlamentaria. Nos estamos embruteciendo, vulgarizando, y deberíamos meditar profundamente sobre el sitio al que queremos dirigirmos y hacia donde estamos yendo en realidad.

He empezado fuerte, como no suele ser habitual en mí, diciendo de este hombre que es un merluzo.
Lo creo no por lo que dijo, porque ya digo que estoy seguro de que es una equivocación más que qué directamente no lo supiera. Pero me parece un merluzo por cometer esa equivocación en un discurso parlamentario, y teniendo la posición que tiene. Directamente es un fallo inexcusable, impropio de su cargo, propio de un merluzo.
Si tuviesemos cierta dignidad política, ese tipo de errores (y muchos otros de otros partidos y colores) deberían ser sinónimos de una dimisión inmediata.
No lo será.

Y eso solo nos deja como conclusión todo lo que ya he dicho.
Equivocación inconcebible en su discurso, error intolerable en su cargo y actitud política lamentable en el parlamento por parte de los que le aplaudieron.
Joyas.

martes, 8 de marzo de 2011

Etimología básica II

Como algunos ya sabéis, y en alguna ocasión anterior fue mencionado en este blog, mi apellido tiene un claro acento extranjero que se pierde en la lejanía de la ciudad natal de Goethe.
Y supongo que no será una novedad para nadie que las relaciones entre Francia y Alemania nunca han sido excelentes, por lo que no sorprenderá que me resulte poco afín el país de Dumas (algo relativamente común en España, por otro lado)...

Esta mañana, en el trabajo, un compañero mío ha recibido un email de una tal Marilyne, solicitando información sobre algo que está fallando entre su empresa y la mía (y que, por lo que hemos investigado, tiene toda la pinta de fallar por su lado, aunque seguimos mirándolo y les damos buenas palabras para ser educados y cordiales).
El asunto lleva coleando un tiempo, semanas, pero habitualmente lo tratamos con su compañero Boris, que además estaba en copia tanto del email de Marilyne como en el de la respuesta de mi compañero. Así que nos ha sorprendido recibir un email de Boris veinte minutos después del de Marilyne, pidiendo básicamente lo mismo que ella e indicando si lo habíamos podido mirar...

Mi compañero es un tipo elegante y educado. Pero cuando le he hecho ver el email de Boris, del que aun no se había percatado, su contestación ha sido algo parecido a: "Es que no sé si responderle, porque si lo hago voy a tener que decirle 'Te acabamos de decir que lo seguimos mirando aunque nos parece que todo está bien por nuestro lado, francés hijo de puta'".

Dado el exabrupto y las connotaciones xenófobas, he decidido indicarle a mi compañero que mi apellido es francés (algo falso que él ya sabía), sólo por chinchar.
Su respuesta ha sido "Tan francés como las salchichas de Frankfurt".
Ante lo cual sólo he podido decirle "Exactamente", dado el acierto con la ciudad en cuestión de la que viene el apellido.
Y aquí es cuando hemos empezado a darle una nueva vuelta a la etimología...

Evidentemente, me ha dicho mi compañero, el frank de Frankfurt viene de franco, francés. Y yo le he dicho que sí, y que el furt venía de furcia, luego era de cajón que la ciudad la habían tenido que fundar un grupo de furcias francesas, seguramente llevadas allí en una de esas caravanas de solteras que se organizaban hace siglos, que al final las francesas siempre han tenido mucho predicamento por el resto de Europa. Y, por cierto, que seguramente de ahí venga el gusto por el cabaret subido de tono que había en la Alemania pre-nazi...
Todo ello hacía que ese "francés hijo de puta" que había soltado antes mi compañero, en mi caso no resultara un insulto, sino casi una descripción de la localidad de origen de mi apellido...


Esto no es que me dejara en un muy buen lugar, pero tampoco voy a decir que me preocupe demasiado. Recuerdo que una prima mía, que estudió historia, tuvo que buscar la genealogía completa de mi familia por la parte de mi segundo apellido, muy español ese. Y descubrió en el camino alguna que otra mujer de mala vida que se remontaba en nuestra historia, unos siglos atrás. Así que tampoco me preocupa demasiado que haya unas cuantas putas más en lo más profundo de mis raíces genealógicas. Al final dicen que los perros más listos son los que salen de cruces callejeros, y yo estoy seguro de que entre muchas casas reales se da cierta polaridad por la que o tienes raíces similares a las mías y un nivel intelectual decente, o tienes una sangre más pura que el agua de Evian y tu intelecto está por los suelos...

Pero sí que se puede apreciar una vez más la importante moraleja: lo esencial que resulta la etimología a la hora de contarnos significados en las palabras que en principio ignoramos, y en casos como este, incluso partes de la historia oscurecidas por el devenir de los acontecimientos (por si no lo sabéis, el Banco Central Europeo tiene su sede en Frankfurt; la cabra tira al monte y los banqueros a sus orígenes, los muy...).
Es muy fácil, si sabes aplicar adecuadamente la etimología, sacar una gran información de las palabras a partir de ella. Y si no, de qué iba a tener yo todo este conocimiento que he compartido con vosotros...